27.08

Llegó el día del carnaval, el día que marcó uno de los ejes del viaje, porque estar en el Carnaval de Notting Hill era un objetivo que nos habíamos planteado con la flaca cuando empezamos a armar el itinerario. Antes de partir para uno de los barrios más chetos de Londres, debíamos pagar el Hostel ya que habíamos arribado a Inglaterra sin un Pound y nadie te agarra un Euro ni que lo mates.

Cambiamos la plata en una casa de cambio (los bancos estaban cerrados por el Carnaval) y arrancamos una larga caminata de una hora aproximadamente cruzando la ciudad de lado a lado. Unas cuadras antes de llegar sabíamos que estábamos en buen camino, debido a que veíamos miles y miles de personas disfrazadas yendo hacia un mismo lugar. Llegamos a una de las calles principales del barrio, y nos acomodamos atrás de una valla para ver un supuesto desfile.

La verdad que no teníamos ni idea que íbamos a ver, pero la cantidad de gente que se encontraba en el lugar ayudaba a suponer que se trataba de un mega evento. Nos ubicamos a un costado y esperamos como 45 minutos a que pase una carroza de ingleses haciéndose los brasileros, que la verdad, para aquel que fue a Gualeguaychú esto era una porquería.

Encima los ingleses se la toman de otra forma, ya que los mismos que desfilan fuman, chupan, tienen panza, el pelo despeinado. La verdad que bastante relajado por no decir pedorro. Para la segunda carroza hubo que esperar otros 45 minutos y nos queríamos matar. Nos preguntábamos si esto era lo que realmente volvía loca a la gente o si había algo detrás. Cuando pasó la segunda carroza y vimos que era igual desilusionados emprendimos las vuelta y ahí fue cuando empezó realmente el carnaval de Notting Hill.

Dimos una vuelta a la manzana y nos encontramos con la fiesta que estaba armándose. Caminamos dos cuadras más y se armaba otra. De pronto por todas las calles del barrio se empezaron a armar fiestas y más fiestas y el alcohol empezó a fluir desde temprano. A las 5 de la tarde ya estaban todos mamados y bailando. Un espectáculo tremendo. Nos quedamos caminado y bailando hasta las 6 de la tarde (habíamos arribado a las 10 de la matina).


Cuando decidimos emprender la vuelta. Esto se agravó debido a que hubo varios incidentes con negros (hubo tiros) así que tranquilamente nos volvimos pasando antes por Hyde Park, que es un parque muy grande con una laguna inmensa en el medio. Volvimos al hostel después de cenar, nos pusimos a hablar con unos noruegos y después a dormir.