viernes, 21 de septiembre de 2007

26.08

Empezamos el día a las 8 de la mañana desayunando en el Hostel, un desayuno que para el lugar está más que bien. Como era domingo, y como queríamos seguir algo de la info que habíamos buceado en Internet, decidimos encarar nuestro itinerario yendo al barrio de Camdem Town.

Llegamos al lugar luego de una breve caminata y la primera impresión fue bastante fuerte ya que en las callecitas aparecen miles y miles de negocios que te venden lo que se te ocurra: remeras, muebles, comida, ropa de cuero, carteras, flores, etc. Recorrimos las principales calles y a media mañana clavamos unos mates frente a un canal donde pasan barcos para amenizar el momento. La cantidad de información que hay en el lugar te obliga a parar un rato sino te mareas.

Seguimos recorriendo y al mediodía frenamos a almorzar en un Pret a Manger que es una cadena de comida más sana y de la cual nos había avisado Agustín antes de viajar porque es accesible en cuanto a lo económico.

La caminata duró un rato más y a la tarde decidimos ir para el Soho, aprovechando que el día estaba soleado. Antes de llegar al Soho te vas a cruzando con todo tipo de cosas que te llaman la atención. Ves Ferraris, mucha gente en bicicletas extraña, perros peinados de la manera más ridícula, punks, en fin de todo.

Recorrimos el barrio que se parece a nuestro querido Palermo solo que el nivel adquisitivo es infinitamente mayor en el Soho londinense haciendo que comprar cualquier cosa sea una utopía y de repente nos frenamos en un bar que estaba pasando el partido del Manchester United donde estaba jugando Carlitos. Vimos el partido, seguimos caminando y antes de volver decidimos comprar algo para tomar. Yo tuve la desgracia de querer innovar con una marca de cerveza que resultó ser una sidra horrible intomable. Volvimos al Hostel, cenamos y a dormir fusilados.

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