viernes, 21 de septiembre de 2007

23.08

Bienvenidos a Madrid. Arribamos a la estación de micros de la capital española a las 7 de la mañana con un poco de sueño y la espalda rota por el asiento de micro. Preguntando conseguimos que nos muestren que subte nos teníamos que tomar para ir a nuestro hotel que quedaba cerca de la famosa Puerta del Sol. Llegamos luego de dos conexiones muy sencillas y como era demasiado temprano para tomar la habitación dejamos las cosas en un cuarto al lado de la recepción y nos fuimos a desayunar.


No conocíamos nada, ni tampoco habíamos relevado información de la ciudad, por ende estábamos a la deriva. Desayunamos en un cafecito lindo, en una avenida muy importante y decidimos volver para la Puerta del Sol donde seguramente íbamos a encontrar un puesto de informaciones. Y así fue. A eso de las 11, y luego de recorrer un poco decidimos volver al hotel para tomar la habitación y acomodarnos ya que el cansancio (producto de una mala noche de viaje) estaba apareciendo. Nos dieron el cuarto, acomodamos las cosas y nos tiramos a dormir una pequeña siestita reparadora.

Al rato amanecimos frescos y listos para empezar a conocer bien la ciudad. Partimos directamente para conocer el Museo del Prado y poder ver en directo obras de Velásquez de la talla del Cristo o Las Meninas, varias cosas de Goya y otros artitas españoles de renombre.

Salimos del museo luego de un par de horas y nos dirigimos hasta el barrio de chueca que es el barrio Gay de Madrid. Allí te podés encontrar con pequeñas tiendas y barcitos muy lindos para pasar un buen rato. Recorrimos el barrio tranquilamente y a eso de las 20 volvimos al Hotel, ya que me tenía que encontrar con mi amigo Lucas.

Quedamos encontrarnos en el FNAC de Puerta del Sol y de allí nos fuimos a tomar unos vinos de verano (vino con tónica y limón) al barrio Latino. Este es un barrio repleto de bares ideal para pasear y conocer de noche.


Lucas se tenía que volver a laburar así que volví a las 23 al hotel, la busqué a la Flaca y nos fuimos a cenar al Museo del Jamón. Está famosa cadena alimenticia es mucho menos de lo que todos te dicen. Nos mandamos una buena fritura y para descansar el hígado le pegamos una caminata por plaza España o plaza Mayor (no recuerdo bien si son lo mismo o si es una u otra).


Esta es una plaza céntrica de Madrid muy famosa, donde hay una gran cantidad de cafés y de turistas. De ahí nos fuimos al barrio Latino a tomar unas cañitas (vasos de cerveza) y después a dormir a eso de las 2 de la mañana felices.

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