19.08

Con la resaca a cuestas de la noche anterior nos levantamos tranquilamente en la casa de Eli viendo Los Simpsons en español (una cosa muy extraña por cierto). Tomamos unos mates con Laia y la dueña de casa y arrancamos con la Flaca solos hacia Barcelona para conocer un poco más la parte turística y que a nuestros amigos poco le importa de tantas veces que la vieron.

Llegamos a Plaza Cataluña y se largó una pequeña lluvia que no colaboraba demasiado para la caminata pero bueno, le pusimos el pecho y encaramos hacia el barrio Gótico. Un barrio al costado de la Rambla, donde perderse es lo más fácil del mundo y, para no perder la onda nosotros también nos perdimos. Mucho no importaba ya que cualquier callecita que aparecíamos estaba más que buena para recorrer. Caminamos un rato por el Gótico hasta que sin darnos cuenta salimos al Puerto de Barcelona.

Retomamos por la Rambla, para conocer el paseo de las Flores y en el camino nos topamos con todos los artistas callejeros que viven en Barcelona. Lo que más nos sorprendió es uno que hace jueguito con pelotas de fútbol subiendo a escaleras, sacándose gorros, poniéndose remeras, de todo sin que la pelota toque el piso.

Seguimos la caminata por el paseo de Gracia, viendo La Pedrera (mítica casa de Gaudí) y terminando nuevamente en Gracia. A la noche decidimos tomarnos el tren de vuelta para cenar con nuestros amigos en Terrasa.

En el tren de la vuelta subieron con perros a controlar que nadie se haya colado, pero por suerte nosotros teníamos todos los tickets (a la ida los había tirado) así que no hubo historia. Llegamos a la casa, vimos América X y a eso de la una nos fuimos a dormir.