Almorzamos la típica comida catalana, el SOFRITO (una salsa a base de tomates fritos que se pone encima de cualquier pasta) y nos fuimos en auto para Barcelona con los chicos.
Estacionamos en la Sagrada Familia y aprovechamos para dar una vuelta en la imponente catedral que hizo Gaudí y que aun falta terminar.
De ahí dejamos el auto (es muy difícil estacionar y muy caro) y en subte nos fuimos hasta el barrio de gracia porque esa semana estaban las fiestas de gracias.
Para que entiendan Gracia y Sans son dos barrios que emulan lo que es el San Telmo nuestro. Es decir el barrio de los artistas, de los jóvenes, el más bohemio. Una vez por año, los vecinos de cada cuadra se juntan, decoran las calles según la temática que se les ocurra y compiten para ver quienes son las que mejor la decorado. Mientras a la noche sacan barras a la calle, ponen música, hacen recitales, karaoke, etc. La verdad que unas tremendas fiestas se arman.
Entramos a Gracia por la esquina donde termina el paseo de Gracia justamente y en esa cuadra estaban instalados los Hippies que hacían juegos con material que encontraban en la calle para que la gente se entretenga. Nos quedamos un rato por ahí mientras nuestros amigos se iban reuniendo con más amigos y de ahí nos fuimos a recorrer el barrio.
Al llegar a la plaza de Gracia, tuvimos la suerte de que estaban haciendo los castillos humanos (este fue de 7 pero hay de 9) y pudimos ver como se copan todos colaborando para que la estructura no se caiga. Abajo, unos tocan música y cuando lo coronan los que están sosteniendo se dan cuenta por los sonidos. Muy interesante.
A las 22:30 nos juntamos con el resto de los amigos de Eli (rocker, Nuria, alma, Teo y demás) y nos fuimos a chupar vino y a comer árabe a una plaza.
Terminada la cena seguimos recorriendo las calles de bar en bar, de cerveza en cerveza hasta que se hicieron las de la mañana de vuelta y decidimos volver para Terrasa, previa búsqueda del auto en La Sagrada Familia.
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