viernes, 21 de septiembre de 2007

22.08

Volvimos a amanecer muy tarde. Armamos las mochilas para despedirnos de la hermosa ciudad de Barcelona y partimos para Plaza Cataluña para ver si aparecía el amigo del jefe de Lu, que tenía que darnos una cosa para traer a la Argentina. Llamábamos y llamábamos y el turro no aparecía así que matábamos el tiempo recorriendo las callecitas de Barcelona.

El primer punto a visitar en el día era el Museo de Arte Moderno de Barcelona. Llegamos al lugar y el edificio no desentonaba en lo más mínimo con lo que esperábamos. Una construcción muy moderna con una gran explanada donde hacían skate todos los que hacen skate en Barcelona.

Solo pudimos entrar a un ala porque el resto del museo estaba cerrado pero las video instalaciones que vimos nos gustaron mucho. Salimos de ahí y nos fuimos al FNAC a cambiar un robot que me había regalado la flaca. Una vez adentro un colorado mala leche nos hizo perder como una hora tratando de cambiarnos el objeto.


Luego de idas y venidas resolvimos el tema, tomamos una cerveza en la plaza (te las venden en la calle los marroquíes) y nos tomamos el subte para el arco el Triunfo donde nos esperaba la comitiva para cenar y despedirnos. El arco del triunfo es una réplica bastante interesante de lo que veríamos luego en París.
Nos encontramos con los chicos hicimos una caminata por un barrio muy cheto cerca del Gótico y nos detuvimos a comer butifarras y pizza en un local que conocía Eli y que realmente estaba muy bueno. Después de la cena nos fuimos para la estación de ómnibus para empezar otra etapa del viaje: Madrid.


Nos despedimos con los chicos agradeciéndoles extremadamente todo lo que hicieron por nosotros y subimos al micro. Una vez arriba nos tocó un chofer loco que insultaba a todo el mundo (yo fui el primero) que nos llevó hasta Madrid luego de 7 horas de viaje.

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